Por Megan Wakai, MPH, RDN, LDN
Nutricionista profesional
“¡Es la temporada para pasar tiempo de calidad con la familia, celebrando el año nuevo y reuniéndose alrededor de la mesa a disfrutar de una comida deliciosa! “También es la temporada de factores estresantes estacionales, como el tráfico de compras de Navidad, la dinámica familiar y los gastos de viaje. Aparte de esos factores estresantes conocidos, el enfoque en los alimentos que es típico de la temporada navideña puede causar un tipo único de estrés y ansiedad en las personas que sufren por tener hábitos alimenticios desordenados o relaciones negativas con los alimentos.
Incluso si su hijo no tiene un trastorno alimenticio ni patrones desordenados de alimentación, de todas maneras es importante considerar cómo y cuándo hablar sobre los alimentos, el ejercicio y el tamaño corporal, no solo durante la temporada de vacaciones sino durante todo el año. Estos son algunos recordatorios y consejos para ayudar a atravesar esta época del año:
- Evite hablar sobre la actividad física y el ejercicio como un medio para “quemar calorías” o “compensar los excesos de las fiestas”. Si siente la necesidad de hablar sobre el ejercicio, analice con su hijo los beneficios del ejercicio que no están relacionados con el peso o las calorías, como mantener sanos los huesos, el cerebro, el corazón y los músculos. Participe en actividades físicas divertidas y saludables junto a su hijo para ayudarlo a crear asociaciones positivas con el movimiento de su cuerpo. Algunos ejemplos incluyen caminar, usar la bicicleta y hacer deporte en familia.
- Deje de centrarse en la comida. Aunque la comida puede ser una parte importante de las celebraciones de fin de año, no debe ser el único centro de atención. Planifique otras actividades, como juegos, conversaciones significativas y otras tradiciones en torno a las vacaciones.
- Redirija los comentarios de familiares y amigos sobre la dieta, el peso o la apariencia física, o el tipo o la cantidad de alimentos en el plato de alguien, incluso si el comentario no va dirigido a su hijo. Incluso si lo que se pretende es hacer un cumplido, comentarios como estos pueden ser perjudiciales. La Asociación nacional de anorexia nervosa y trastornos asociados ofrece ejemplos de respuestas para ayudar a redirigir la conversación:
- Ningún alimento es “bueno” o “malo”, todos caben dentro de una dieta saludable.
- El único motivo para sentirte “culpable” por comer bizcocho de chocolate es si te lo robas de la tienda.
- Declaro que esta mesa es una zona libre de charlas sobre dieta.
- Me parece que estás muy interesado en una nueva dieta, pero ¿podemos hablar de algo más importante?
- Entonces, ¿cómo es tu nuevo trabajo?
- Estoy muy agradecida de tener comida en mi mesa y de poder pasar tiempo con familiares y amigos hoy.
Lo más importante es que su hijo sepa que usted está de su parte. Esté abierto a escuchar sus pensamientos y sentimientos, y asegúrese de consultarlos si sabe que han tenido dificultades. Si expresan que una situación o comentario fue un disparador o los hozo sentir incómodos, reconozca esos sentimientos sin ponerse a la defensiva e intente aprender de ellos.
Para obtener más recursos y ayuda, visite la Asociación nacional de trastornos alimenticios.